I. Elección del tema.
II. Delimitación del tema.
III. Planteamiento del problema.
IV. Planteamiento de la hipótesis (conclusión).
V. Búsqueda de razones (premisas) que apoyen la hipótesis (conclusión).
VI. Construcción del argumento.
VII. Refutación del argumento.
Veámoslos con más detalle:
l. Elección del tema
El tema se expresa a través de un concepto, por ejemplo:
a) Los animales.
b) Los derechos de los animales.
c) La situación de los derechos de los animales en el mundo.
d) La situación de los derechos de los animales en México.
Recuerda que un concepto es algo diferente, a una proposición, pues a diferencia de ésta, no afirma nada acerca del objeto. Por lo anterior, un concepto no puede ser verdadero ni falso, como sí lo son proposiciones.
El planteamiento del tema debe entonces cumplir los siguientes requisitos:
a) No se debe confundir con la proposición.
b) Debe estar planteado de manera clara.
c) Debe de ser específico, interesante y actual.
d) Debe de ser interesante.
e) Debe ser actual.
II. Delimitación del tema
Una vez que hemos elegido un tema, es preciso delimitarlo, es decir, especificar qué nos interesa exactamente de él. Nosotros ya hemos seleccionado el tema de Los animales. Con él ilustraremos nuestra metodología para mostrarte, paso a paso, cómo construir argumentos.
Hay quieres tienen habilidad para elegir, de entrada, un tema ya delimitado, es decir, conciso y específico, que no da lugar a divulgaciones. La mayoría sin embargo no posee esta destreza, pero tampoco ve con claridad cuál es su importancia. Preguntémonos: ¿Qué ventajas o desventajas tiene elegir un tema muy amplio o uno muy específico? La respuesta es simple:
·
Elegir un tema muy amplio implicará mayor tiempo
y menor profundidad de investigación.
·
Un tema específico implicará menor tiempo y mayor
profundidad de investigación.
Para seguir con nuestro ejemplo, delimitaremos el tema de los animales haciéndolo más específico. Por ejemplo, Los derechos de los animales. Podemos percatarnos en primera instancia que el primer concepto es demasiado amplio, pues podría referirse a innumerables tópicos: los animales en peligro de extinción, los tipos de animales de ciertas regiones, el daño o beneficio que causan a los humanos, sus derechos, y muchos otros aspectos parecidos, con lo cual abarcaríamos un tema tan amplio, que hacer una buena investigación nos llevaría lo que se dice toda una vida, y en realidad lograríamos poca profundidad de su tratamiento. Por tal razón elegimos sólo un aspecto de la inmensidad de aristas posibles para avanzar más rápido en nuestra investigación y profundizar lo más posible que si nuestro tema fuera tan general como Los animales.
III. Planteamiento del problema
Un problema plantea una cuestión a resolver. Al plantear un problema es necesario cuidar que cumpla los siguientes requisitos:
a)
El problema se debe de plantear en forma de pregunta.
b)
Debe estar directamente relacionado
con el tema elegido.
c)
Debe de abordar sólo un tema.
Siguiendo con nuestro ejemplo,
plantearíamos nuestro problema de la siguiente manera:
¿Los animales tienen
derechos?
IV. Planteamiento de la
hipótesis (tesis o conclusión)
La hipótesis es la respuesta al problema planteado, es
decir, la tesis o planteamiento que se defenderá y del
cual se quiere convencer a otros, y que a su vez dará lugar a la conclusión de nuestro argumento.
La
hipótesis se expresa a través de una afirmación.
Esto no implica que no puedan existir
negaciones de ella, pues en tal caso estaríamos afirmando que no se
establece la relación entre sujeto y predicado.
Por
ejemplo, si argumentamos que Los animales
no tienen derechos, estamos afirmando
que no se da la relación entre el concepto
animales y el concepto derechos.
Cuida
que tu hipótesis cumpla los siguientes requisitos:
a)
Que sea una afirmación.
b)
Que esté escrita de forma clara,
evitando un lenguaje ambiguo, inconsistente o
demasiado
abstracto.
c)
Que responda de manera directa al
problema planteado.
d)Que
sea creíble.
e)Que
sea específica.
f)
Que sea pertinente (que no se salga
o desvíe del tema planteado).
g)
Que sea defendible (que hay razones
buenas a su favor).
Ateniendo estos requisitos,
nuestra hipótesis para el problema ¿Los
animales tienen derechos? sería:
Algunos animales tienen derechos.
V. Búsqueda de razones
(premisas) que apoyen la hipótesis (conclusión)
Un paso importante en la
construcción de argumentos es ofrecer razones (premisas) para apoyar la
hipótesis (conclusión), es decir, para justificar nuestras creencias. Es este paso lo que distinguirá la
hipótesis o conclusión de una simple opinión.
Al
llegar a este punto, será necesario que listes todas las razones (premisas) que
se te ocurran para defender la conclusión.
Así,
volviendo a nuestro ejemplo, para defender la tesis de que Algunos animales tienen derechos se me ocurren las siguientes
razones:
a)
Algunos animales son seres sensibles.
b)
Algunos animales sufren.
c)
Algunos animales pueden ser dañados por nosotros.
d)
Algunos animales tienen un sistema nervioso central que, al igual que el de los
humanos los hace seres capaces
de experimentar sensaciones de placer o dolor.
e)
Algunos animales no dañan a nadie.
f)
Algunos animales, al igual que los seres humanos, deben tener derechos.
g)
Algunos animales están indefensos.
Una vez expuestas todas nuestras
razones, evaluamos cuáles de ellas cumplen los siguientes requisitos, pues
tenemos que cuidar que sean:
·
Claras.
Expresadas en un lenguaje que no se preste a ambigüedad.
·
Verdaderas.
Lo que se afirma se corresponde con la realidad.
·
Pertinentes.
Están relacionadas con lo que se define en la conclusión y no se desvíe del
tema.
·
Suficientes.
Ofrecen el apoyo necesario (no menos) para apoyar la conclusión.
De la primera lista de razones que
escribiste a favor de tu conclusión, ahora elegirás sólo aquellas que cumplan
los criterios anteriores. Recuerda que las premisas darán sustento a tu
conclusión, de tal forma que si no cumplen los requisitos mencionados, serán
débiles y no servirán para esgrimir un apoyo fuerte y decisivo de defensa y,
con ello, muy difícilmente podrás convencer a otros de tu argumento.
Como
puede concluirse del análisis de las razones ofrecidas, algunas son mejores que
otras, y el resto son imprecisas o débiles, no tienen que ver directamente con
el tema o son repetitivas no aportan realmente nada relevante en apoyo de la
conclusión, etc. Aplicando los criterios mencionados, concluimos que la del
inciso d) es más pertinente porque engloba varias de las otras de manera más
precisa.
VI. Construcción del argumento
Hemos llegado al penúltimo trecho
en el camino de la construcción de un argumento. Si realizamos bien las etapas
anteriores, esta actividad será muy fácil, pues lo que procede es redactar las
premisas y conclusión tal y como han quedado escritas en las fases anteriores.
En tal caso, no olvides:
a)
Presentar tus ideas en orden.
b)
Que la exposición de tus planteamientos sea coherente.
c)
Expresar tus ideas con precisión.
d)
Enumerar las premisas.
e)
Anteponer a la conclusión el símbolo de "por lo tanto".
f)
Si te es posible, prueba el colocar las premisas y la conclusión en
alguna estructura argumentativa que ya conozcas.
alguna estructura argumentativa que ya conozcas.
Siguiendo con nuestro ejemplo de Los derechos de los animales, y dado que
ya conocemos diversas estructuras
argumentativas, optamos por escribir nuestro argumento dentro de la
estructura de modus ponens, por lo
cual nos queda así:
1.
Todos aquellos seres que tengan un sistema nervioso
central que los haga capaces de experimentar sensaciones de dolor y placer
tienen derechos (premisa 1).
2.
Algunos animales (no humanos) tienen un sistema
nervioso central que los hace capaces de experimentar sensaciones de dolor y
placer (premisa 2).
Por
lo tanto, algunos animales (no humanos) tienen derechos (conclusión).
Siguiendo los consejos
recomendados, decidimos precisar que hablamos de animales que no son humanos,
pues recordemos que al ser humano también se le considera un "animal
racional".
VII. Refutación del argumento
La refutación forma parte de la
construcción de argumentos, y consiste en ofrecer razones para demostrar que
una o varias de las premisas que apoyan a la conclusión del argumento son
falsas.
Es importante destacar que para
refutar un premisa no basta con señalar que es falsa; hay que demostrarlo.
La
refutación de argumentos es útil no sólo para contrarrestar las tesis de otros,
también lo es para poner a prueba la fortaleza de nuestras propias creencias.
Por ende, al construir un argumento, además de pensar en las proposiciones que
apoyan nuestras ideas, debemos pensar en las posibles objeciones que otros
podrían hacerles. Esto fortalecerá, por un lado, nuestra propia argumentación,
pues nos permitirá valorar de forma más crítica el argumento que hemos construido,
adelantarnos a responder objeciones factibles e identificar posibles
debilidades. Por otro lado, hacer explícito que se tiene conciencia de las
posibles objeciones que se le pueden oponer a nuestro argumento genera
confianza en nuestro o en nuestros interlocutores acerca de la ética y seriedad.
Revisemos
algunas estrategias útiles para refutar un argumento:
·
Destacar
que se está ofreciendo un argumento falaz. En esta tarea es de gran importancia el
conocimiento de las falacias, pues éstas nos permitirán identificar si hay
errores argumentativos en el planteamiento que evaluamos para poderlo refutar.
Veamos el siguiente diálogo:
Carlos: Todas las personas piensan que las
corridas de toros están bien; por lo tanto, no deben prohibirse.
Alan: Estás cometiendo una falacia, pues
el hecho de que todos estén de acuerdo en algo, no se sigue que sus
creencias sean verdaderas; todos pudieran estar equivocados. Estás
cometiendo la falacia de apelación a la autoridad colectiva.
·
Extraer
consecuencias absurdas de ciertas afirmaciones. Podemos refutar un
argumento haciendo evidente que si aceptáramos sus premisas, se seguirían
consecuencias ilógicas o absurdas, lo cual nos indica que la conclusión no se
sigue de sus premisas. Veamos el siguiente diálogo:
Xóchitl: Los holgazanes no deben tener hijos, pues éstos, al verlos, los
imitarán y también serán holgazanes.
Teresa: Si fuera cierto que por ver a tus padres imitas su actividad,
entonces, ¿cómo explicaríamos la existencia de
hijos holgazanes de padres trabajadores?
·
Encontrar
un contraejemplo. Un contraejemplo es
una excepción a una regla general propuesta, es decir, un caso específico que
evidencia la falsedad de una cuantificación universal (un "para
todo"). Consideremos por ejemplo la proposición:
Todos los estudiantes mienten.
Como esta proposición dice que una cierta propiedad (decir
mentiras) es verdadera para todos los
estudiantes, basta con encontrar un caso
que no cumpla la regla para probar su falsedad. Así, un estudiante que no mienta sería un contraejemplo a "Todos los estudiantes mienten".
·
Cuestionar
el significado de algún o algunos términos (conceptos) con los cuales se
formulan las premisas. Se podría señalar, por ejemplo, que ciertos
conceptos se están utilizando de forma ambigua, imprecisa o engañosa, de tal
forma que si se entendiera de otra manera, no llevarían a determinada
conclusión, sino a alguna diferente. Veamos el siguiente diálogo:
Adrián: Sólo a los seres
humanos se les debe respetar su derecho a la vida. Un asesino ha perdido lo que lo hacía ser humano, por lo tanto, se le debe aplicar la pena de muerte.
Fernanda: El hecho de que una persona sea un
asesino no lo hace que pierda su humanidad
(su condición de ser humano). Lo que pierde es su valor de ser una persona buena. Por ello, de tu
afirmación no se sigue que se le deba aplicar la pena de muerte.
Muy bueno😳👌🏽
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